Saber que existes ajena a mi, duele...pero saberte perdida por una vida, fulmina.
Amamos profundamente sin darnos cuenta que el lado obscuro petrifica al corazón distraído y entregado. Sacrifica mis recuerdos pues, si crees que tan poco valen. Te invito a que me arranques de tu alma.
Yo no puedo hacerlo...¿Cómo podría? Si para encontrarte solo debo ignorar la sensatez y clavarme en la memoria. Sin lagrimas ya no habrán lagos ni ríos...pero a la destrucción le sigue la evolución.
1 comentario:
Sin lágrimas...
Bravo.
A.
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